El General de Policía Félix Medardo MURAZZO CARRILLO Director General PNP en Conferencia de Prensa conjuntamente con las diversas autoridades exhortando a la población de Andahuaylas a cooperar con la solución del conflicto violentista denominado Etnocacerista (04 de Enero 2005)
Detención y rescate de rehenes
En horas de la noche del día 03 de enero 2006, Antauro Humala y con algunos de sus seguidores llegaron a la municipalidad de Andahuaylas, dejando en la comisaría al sacerdote José Domingo Paliza, personaje que se quedó como garantía para los humalistas. Después de casi tres días de estar sitiada la comandancia policial y luego de la muerte de cuatro policías, el mencionado etnocacerista se vio obligado a negociar su rendición ante las visibles muestras de desunión que poco a poco se hacían más notorias entre sus huestes dadas la estrategia policial diseñada
El General de Policía Félix Medardo MURAZZO CARRILLO conjuntamente con las autoridades inician el diálogo para deponer las armas en los sucesos en Andahuaylas que culminó con éxito reduciendo los costos sociales que podrían haberse producido. (03 de enero 2005).
En la reunión con el jefe del comando de la zona en conflicto, Gral. PNP Félix MURAZZO, el Comando PNP y el General de División José WILLIANS que comandaba al personal del Ejército Peruano, el violentista Antauro HUMALA, intentó imponer sus propias condiciones, entre ellas, prorrogar la fecha de entrega del armamento capturado en la comisaría, efectuar una entrega parcial de los rehenes, y firmar un acta de rendición; lo que obviamente no fue aceptado.
Posteriormente, luego de largos momentos de tensión siendo las 23.30 horas del 03 de enero 2006, gracias a la intervención del General de Policía Félix Murazzo Carrillo y personal policial a sus mando, tras varias horas de fallidas negociaciones se decidió terminar con las conversaciones y no aceptar ninguna de las condiciones de los violentistas, por lo que el marco de la ley se logró detener en forma pacífica al cabecilla del grupo armado que tomó la Comisaría de Andahuaylas Antauro Humala junto a su guardaespaldas Jorge Villalba.
El General de Policía Félix Medardo MURAZZO CARRILLO liderando las acciones de las Fuerzas del Orden encargadas de develar las acciones de violencia en Andahuaylas (2005)
Esta medida posibilitó que pasado el mediodía del 04 de enero se lograra la rendición de sus 186 seguidores, la recuperación del local policial y la liberación de los rehenes así como la recuperación del armamento todo bajo el irrestricto respeto de los Derechos Humanos y en el tiempo record de menos de 48 horas sin mayores costos sociales que lamentar.
Humala detenido
Al día siguiente de su detención, el 4 de enero, el cabecilla de los sediciosos etnocaceristas, Antauro Humala Tasso, terminó finalmente detenido, fue trasladado hacia Lima y conducido bajo efectivas medidas de seguridad a la Dirección Nacional Contra el Terrorismo (DINCOTE).
Finalmente, tras resolverse la crisis de Andahuaylas, Antauro Humala fue internado en el penal de “Piedras Gordas†– Lima.
El resto de los etnocaceristas detenidos tras ser derivados hacia la capital fueron también trasladados hacia la DINCOTE donde rindieron sus respectivas manifestaciones. Actualmente el líder humalista y sus seguidores se encuentran recluidos en el penal de máxima seguridad de Piedras Gordas.
El General de Policía Félix Medardo MURAZZO CARRILLO como representante del Estado Peruano comando las fuerzas del Orden en situación de emergencia en la localidad de Andahuaylas consolidando pacíficamente la entrega de las armas y traslados a Lima de los reservistas autodenominados etnocaceristas(04deenero2005)
Transcurrido más de un año de estos acontecimientos violentos en Andahuaylas, ahora nadie recuerda lo que fue una gesta policial que bajo el liderazgo del comando PNP encabezado por su propio Director General PNP situación nunca antes vista, ya que nunca antes el mismo jefe de la institución había participado directa y personalmente ofreciéndose voluntariamente arriesgando su vida -como le consta al Presidente de la República Alejandro Toledo Manrique, Premier Carlos Ferrero Costa y su Gabinete Ministerial y a la comunidad en general- en la develación de un suceso que puso en peligro el sistema democrático y la estabilidad del gobierno peruano sin costos de pérdida de vida que pudieron haberse producido.